El conocimiento de tí mismo te ayuda a sanar
Ante alguna situación incómoda siempre estamos señalando a alguien más como el causante de los problemas. Alguna vez te has puesto a analizar tu forma de reaccionar, tu tono de voz, tu postura corporal y decir: “ahh es que yo lo tomé a mal, no entendí, me ofendí y reaccioné!”, en fín hay tantas variantes al momento de relacionarnos con las otras personas, animales o cosas de nuestro entorno y que afectan nuestra salud, dado que por una emoción fuerte se puede converger en una enfermedad física. Por esto es importante que sepas que el que conocimiento de tí mismo te ayuda a sanar.
Estudiarse a uno mismo es una forma de suavizar el ego. Es la actitud que dice “Yo quiero ser mejor, quiero ayudar y poder convivir sanamente; además quiero tener cierto control emocional ante las circunstancias tanto agradables como las no agradables y definitivamente no tengo la razón de todo”. Y de verdad es posible controlarse antes situaciones complejas que nos hieren y sacan lo peor que hay en nosotros.
En mi experiencia, me han funcionado varias cosas en el conocimiento de mí misma. Te las voy a contar a continuación. Las puedes utilizar como herramientas diarias
Herramientas diarias para el conocimiento de sí mismo:
- Definir fortalezas y oportunidades
- Definir debilidades y amenazas
- Disparadores de emociones
- ¿Qué signo del zodiaco eres?
Define tus fortalezas y oportunidades
Cuáles son esas características de tu personalidad que te permiten tener cierta ventaja; o que usas de manera natural para lograr lo que quieres y además te queda muy fácil hacerlo. Por ejemplo: ser organizado, ser buen comunicador, atraer amigos, ser sensible, atraer dinero, etc.
Define tus debilidades y amenazas
Hay cosas que no son tan fáciles de hacer y requieren de un esfuerzo adicional para sacarlas adelante, además también te salen de forma natural, pero debemos detectarlas para transformarlas en fortalezas y oportunidades. ¿Cuáles son las tuyas? Ejemplo: dificultad para relacionarse, no organizar los gastos y el dinero, ser desordenado, pelear por todo, hablar de los demás y crear problemas, etc.
Disparadores de emociones
Definitivamente todos tenemos ese algo en nuestra personalidad que hace que ante un evento o estímulo reaccionemos de diversas maneras: agresividad, llanto, gritos, risa, etc. El trabajo de conciencia en este caso para cada uno, es determinar cuáles son los eventos que hacen que salgan de manera repentina estas emociones y que son muy difícil de contener o controlar. Una vez descubramos qué cosas nos hacen perder el control, casi que automáticamente empezaremos a estar vigilantes y sabremos cuándo sucederá y así podremos comenzar a controlar tal emoción y transformarla en alguna otra que pueda suavizar la situación y sobretodo que no nos haga sufrir tanto.
¿Qué signo del zodiaco eres?
Es muy interesante el estudio de los signos del zodiaco cuando comienzas a identificarte y a reconocer que eres de una forma en particular. El siguiente cuadro es un ejemplo de la personalidad en general de los signos, pero no es lo definitivo ya que hay que tener en cuenta todos los elementos de la astrología para entender la manera de ser de alguien, pero es un inicio.
Ahora bien, cómo todo esto ayuda a sanar?
Una vez aprendas y detectes a conocer de tí mismo lo que te lleva a logros o triunfos y lo que te lleva a posibles fracasos, el conocimiento de tí mismo aumenta y por ende tu consciencia, de manera que podrás modificar o adaptar tu comportamiento a las situaciones de la vida sin que te hagas daño ni hagas daño a los demás. Es una labor continua. Ten en cuenta que una emoción fuerte genera cortisol o sustancias tóxicas para el cuerpo, resultando esto en depresiones, mal genio o incluso en enfermedades físicas(tensión alta, infarto, parálisis, sistema nervioso afectado, gastritis, estreñimiento, asfixia, acné, etc). La consecuencia inmediata es que el conocimiento de tí mismo te ayuda a sanar. Así podrás controlar con conciencia tus emociones, es la tranquilidad y paz mental que te llevan a tener una salud plena a nivel físico, mental, emocional y espiritual.